Wert y la educación.

El 20 de Noviemebre de 2011 hay elecciones generales, gana el PPSOE, como siempre. El día 22 de Noviembre de 2011 José Ignacio Wert es nombrado ministro de Educación, cultura y deporte.

El 31 de enero de 2012 Wert da a conocer las líneas generales de su reforma para la educación. Hay cambios estructurales como reducir la ESO 1 año y aumentar el bachillerato 1 año. Sin embargo los cambios que más llaman la atención son los relacionados con la asignatura "educación para la ciudadanía". 

Sinceramente lo de educación para la ciudadanía resulta absurdo e ilógico. El objetivo de esta asignatura es inculcar valores cívicos para que los chavales no se comporten como absolutos imbéciles -como está ocurriendo con muchos de sus conciudadanos adultos-. Según Wert la asignatura está sesgada, es adoctrinadora y toca temas controvertidos. Para justificarse utilizó supuestas citas adoctrinadoras de un libro de texto de Educación para la ciudadanía que luego resultó no ser un libro de texto, solo un ensayo ideológico que nunca se utilizó en la asignatura. Aquí ya empezamos a ver cómo se comporta Wert y a formarnos una opinión sobre cómo es. 

No obstante más allá de todo esto uno se pregunta ¿y cómo carajos quiere usted, señor Wert, inculcar valores sin adoctrinar?, porque adoctrinar es inculcar valores y punto. ¿No será mejor tocar temas controvertidos y que los chavales saquen sus propias conclusiones debatiéndolo? Me da la impresión que la asignatura "Educación cívica y constitucional" no quiere tocar temas controvertidos ni que haya debates, ni que cada cual saque su conclusión, lo que pretende el señor Wert viendo su conducta, es que se inculquen valores, pero a favor de su partido. Seguramente un poco lo que pretendían los del PSOE con educación para la ciudadanía, no nos llamemos a engaño, las mismas víboras con diferente piel.

Pero no crean ustedes que  esto acaba aquí. El 17 de mayo de 2012 el PP con todo el congreso en contra impone un recorte en educación de 3700 millones más otros recortes previos que suman en total un recorte de 4886 millones de euros solo en educación -si hablamos de sanidad ya ni te cuento-. Además aumenta dos horas lectivas semanales que obviamente no aumentan el sueldo de los profes, es decir, más trabajo  e igual sueldo = reducción de sueldo. Dos días más tarde Wert adelanta los contenidos de Educación cívica y constitucional, obviamente barriendo para casa no habla de homofobia ni de desigualdad social y ataca al nacionalismo cerril que acosa a este país. 

El 22 de mayo se desencadena la huelga general de educación que pretende parar estos recortes. Hasta ahora no se ha parado nada y la moto sigue. El gobierno afirma que no hay otra opción, pero se le ofrecen alternativas por todas partes -empezando porque se recorten sus sueldos, que se recorten organismos como las diputaciones, se eliminen los asesores de libre designación y funcionarios que no sean de carrera..., es decir, que se tiren piedras a su propio tejado antes de hacerlo en el de los ciudadanos-. 

Una reflexión final: 

1. No sabemos qué modelo educativo funciona en España. 

2. No sabemos por qué un modelo cualquiera funciona bien o mal.

3. Hacemos reformas cada 4 años sin poner  a prueba nuestros modelos educativos el suficiente tiempo.

4. Por tanto si las reformas se dan y no es porque sabemos cómo mejorar el modelo anterior, las reformas responden a intereses partidistas.

5. Los partidos anteponen sus intereses a los de los ciudadanos.

6. Los cambios de modelo implican costes desorbitados al estado y a los ciudadanos a título personal.

¿Nos estamos volviendo locos o qué? Parece que nos están animando a salir a una manifestación pero sin pacifismo de ningún tipo, a matar antidisturbios y que estalle una revuelta popular en la que haya muertos. A revivir el odio latente de una sociedad infecta de una ideología trasnochada y absurda -como todas las ideologías-.

Vistos los resultados -y sin entrar en todo tipo de patinazos y sandeces que ha dicho de forma pública el señor Wert- podemos juzgar a este señor profesionalmente como un incompetente de tomo y lomo, justo lo que NO necesitamos en estos momentos.