sábado, 10 de septiembre de 2011

Los ateos no somos creyentes.

Hoy he observado las noticias mientras me comía un "mico lápiz" con cara de indiferencia, subido en mi trono de glucosa , chocolate y vainilla todo me es indiferente, poniéndome gordo y alienado. Ea pues, de repente salta una noticia en la que cuentan cómo los egipcios han asaltado a lo salvaje la embajada israelí.

Esto le hace a uno pensar, ¿por qué pasan estas cosas? Porque en la frontera los israelíes mataron a 6 policías egipcios. ¿Y por qué les mataron? En represalia a una cadena de atentados de algún iluminado fanático islamista. Lo reconozco, odio a los actuales islamistas, a todos y cada uno de ellos. Están distribuidos ascendentemente en una escala en la que los fanáticos que mienten y manipulan a las masas escondiéndose tras ellas se llevan la peor parte y la gente que practica su absurda religión de mierda en paz se lleva lo más suave de mi arsenal de insultos, improperios y armas.

Resulta absurdo pensar que la gente se trague semejantes gilipolleces (véase cualquier religión, superstición, cualquier cosa que carezca de cualquier evidencia científica) tan fácilmente. Es que las historias sobre profetas como poco son absurdas, no tienen ni pies ni cabeza. En realidad todo esto tiene una explicación larga y tediosa que voy a tratar de resumirme a mí mismo y a los que os molestéis en leer esto.

Hace 10000 años unas manadas de humanos cazadores recolectores unidas por lazos de sangre (algo que filogenéticamente tiene mucho peso en ciertos sentidos) comienzan a cultivar semillas y domesticar animales, esto hace que se establezcan y puedan crecer como población. El lugar apropiado son los valles entre ríos, aparejados a este establecimiento surgen problemas como la irrigación de las aguas, la planificación de las calles, los almacenes para excedentes, el comercio de esos excedentes etc. Surgen personas que se encargan de diferentes cosas, y esas personas forman grupos que podríamos llamar gremios o algo así. En esta sociedad ya no hay lazos de sangre que unan a la población, ya no son un clan, y surge algo que los une , la lengua, la relgión etc., lo que llamaríamos "la cultura". La religión sirve para crear cohesión social en un determinado momento.

Esa fue su función, pero tras siglos su función ha quedado total y absolutamente obsoleta. El progreso que se ha acumulado durante siglos ha ido atacando y escrutando racionalmente cada premisa y cada conclusión de cada religión y no ha quedado más que una respuesta, no hay evidencia de ningún ser supremo. Pero resulta mucho más cómodo creer en algo confortable, algo que te une, que simplifica que te convierte en un fanático asesino en el peor de los casos y en un ser intolerante con las críticas y acrítico con el estatu quo en el mejor de los casos.

Ya estoy harto, ¿qué ganamos?, ¿qué obtenemos? No voy a apelar al raciocinio porque me consta que en lo tocante a este tema los creyentes más razonables se tornan arietes sin sentido que intentan derribar un sólido muro lógico que jamás caerá por motivos lógicos. Apelaré al utilitarismo, no obtenemos nada más que una cadena de conflictos entre imbéciles que se creen con derecho a matar o morir por su fe, por su religión, a imponerse de forma indecente en ciertos países donde la época de asesinar en masa ya pasó y no pueden hacer otra cosa, ya estoy harto. Lástima que los ateos no somos como los religiosos, si eso fuera así hoy mismo me cargaría de munición sacaría un billete al vaticano y asesinaría a unos cuantos religiosos y creyentes, igual que ese señor noruego que asesino a un montón de personas inocentes, aunque seguramente de todos esos religiosos que yo asesinaría sin miramientos si fuera como los creyentes algunos habría que efectivamente, no fueran inocentes en ningún sentido.

Los ateos no somos creyentes, si lo fuéramos ya no quedarían creyentes vivos.