martes, 18 de enero de 2011

Mi nueva heroína.

Todos tenemos héroes y a todos se nos caen mitos con el paso del tiempo. Hoy me he dado cuenta de que tengo una nueva heroína en mis listas. Anoche estuve hasta tarde con las napias metidas entre las páginas de un libro estupendo. Esta mañana como correspondía, en lugar de levantarme a estudiar cómo se capta un cardiograma y demás, me he quedado sobado como dios manda.Ha sido una de esas panzadas de pijama y orinal en las que paras el despertador con toda la mala hostia del mundo y sigues durmiendo bello cual camello.

A lo que íbamos, que de repente a las doce una voz de mujer me despierta voceando en la calle “eh, recoge ahora mismo eso, que porque tú tengas perro no tengo yo que barrer mierdas en mi puerta. Así que ya estás recogiendo la mierda con una bolsa”. Con esas me he quedado pensando, “menos mal que aquí en El Provencio -porque yo soy de El Provencio, Cuenca y a mucha honra- la gente es como dios manda y aún salen a barrer su trocito de acera cada día, no como en algunas ciudades grandes de España, que uno sale por la calle y si no es por el ayuntamiento - y tampoco - se encuentra con una plasta de perro a cada momento”. Y qué triste , que ya ni en El Provencio, Cuenca, la gente tenga la educación suficiente como para recoger las moñigas de sus perros. Inocente de mí, yo que cuando lo saco a pasear me lo llevo al campo y no le dejo hacer sus cosas por el casco urbano... Porque me pasa como a los ingenuos de mi generación, no me salen las cuentas. Con lo buena que es la gente - o eso dicen los políticos, que esto es jauja y viva la Pepa y la Mari Trini...si tanto monta- no me salen las cuentas, no puede haber tanto hijo de puta con mascota.

Total que me levanto rascándome mis gloriosos atributos y cuando asomo el morro por el pasillo, la susodicha – con las manos en jarras y mirada lúcida- me suelta “¿qué, ya se ha levantado el palo de la cucaña?” Para los pijales que no sepan qué es una cucaña, que vayan a la respetabilísima RAE y se enteren, a mí me lo dice porque mi fisonomía se parece al palo de una cucaña. Pero al grano, yo le he contestado, “sí, mama -es que por las zonas rurales de la manchuela no se usa el mamá de los Madrides y eso, se dice mama, en plan gitano de los de antes- molas un huevo sin pelar”. Porque señores – y señoras-, si todos tuvieran la vergüenza torera, o la educación como les salga de los mismos llamarlo, como para no ir dejando las cagadas de sus animales para que otros se coman el marrón, las ciudades estaban tan limpias como los soportales del señor Don Limpio. Así que acabo de proclamar en mi lista de héroes a mi señora madre, que tendrá sus cosas,será una gruñona y a veces su moral no será todo lo correcta que corresponda. Pero esta mañana ha demostrado lo que es la educación y tener un par de ovarios que la respalden.

Sobre los Madrides comparados con los Provencios, ya iremos hablando, que de eso también se puede montar un carajal interesante.

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