viernes, 6 de enero de 2012

De partidos, religiones y otras sectas.

No es que no me interesen otras cosas -no vayan a pensar ustedes semejante
locura- qué va, lo que ocurre es que las cosas que me agradan son de las que
charlo muy a menudo con la gente con la que comparto mi vida. Pero sobre las que
me disgustan no suelo extenderme demasiado, más bien me muestro parco en
palabras respecto a temas políticos, cada día más.

¿Que por qué me muestro parco en palabras respecto a temas que me disgustan como
la política? Me muestro parco en palabras porque conozco a muy escasas personas
que tengan un planteamiento político lógico. No merece la pena tener un choque
dialéctico con una persona que ni siquiera mantiene unos supuestos básicos con
uno mismo. Digo que la mayoría de las personas que conozco no mantienen un
planteamiento político lógico simplemente porque hablan sobre política como
quien habla de religión.

Es muy curioso ver a una serie de personas que integran un partido y mantienen
una serie de ideas. Esas ideas son la cortina de humo que convierte a la mayoría
sus partidarios en partidarios y sobre todo, en lelos. La mayoría de
simpatizantes de cualquier partido político se limita a repetir las proclamas de
sus líderes sin más, no importa si sus acciones son coherentes con dichas
proclamas.

Jamás he visto a un afiliado a un partido o a un simple partidario cuestionar
las acciones de alguno de los integrantes de su partido. Bueno, jamás no, he
visto a algunos, pero son una minoría tan ínfima que simplemente no pesan en lo
que a poder político del partido se refiere. Da igual si el partido plantea
razonamientos medianamente aceptables y los refrenda con sus acciones, el poder
del partido se basa no en estos factores, sino en la masa de incondicionales que
le apoya.
Esto es lo preocupante, cuando una persona es “incondicional” a un partido está
manifestando su más absoluta estupidez. Porque a mí lo que me toca la flor -con
perdón del personal, que sé que sois muy sensibles con las palabras malsonantes-
es que los simpatizantes de un partido se comporten como si de miembros de una
secta se tratara.
Odio que se coja un tema tan relevante para la sociedad como los diferentes
planteamientos políticos y se desvirtúe hasta la nausea poniéndolo al nivel de
planteamientos irracionales tales como las religiones, los nacionalismos, la
xenofobia, el racismo... Cualquier planteamiento irracional es el que apela a
las emociones y no a los buenos razonamientos lógicos. Hay ejemplos para
aburrir.
Los nacionalismos no tienen sentido, son simples criterios de demarcación
territorial que se han dado de la forma que se han dado por múltiples motivos
(económicos, militares, físicos, históricos, culturales...). Qué produce
cualquier nacionalismo, ¿qué fomenta? Fomenta el conflicto, un concepto
irracional que solamente apela a emociones se puede utilizar para justificar
acciones tremendamente despreciables. No siempre se usan para justificar
acciones despreciables, pero son planteamientos nocivos.
Las religiones, solo hay que observar nuestra historia europea pasada o la
historia actual de Israel y Palestina. El conflicto palestino-israelí en
principio era un conflicto territorial, ¿pero por qué se produjo? Por la inmunda
religión judía, ahora ambas religiones la islámica y la judía se han enzarzado
en un conflicto sin fin. ¿Y por qué los judíos decidieron ir a la tierra
prometida de el iluminado profeta de turno? Porque unos capullos utilizaron
planteamientos irracionales apelando a las emociones de una nación entera -la
alemana- e intentaron exterminar a medio planeta.
¿Os dais cuenta? Muchos conflictos son económicos, políticos etc. Pero la
mayoría de los grandes conflictos en los que la humanidad ha mostrado su cara
más inmunda, son aquellos basados en planteamientos irracionales.
Porque desde el nacionalismo, desde la religión, desde el racismo, no es
necesario plantear argumentos lógicos -que por otra parte, no los hay-, basta
con apelar a las emociones del populacho.
Por eso cuando observo en un mitin, en twitter, en facebook etc., cómo los
simpatizantes de los partidos se comportan como imbéciles me disgusto. Porque
cuando en un partido no se practica la autocrítica acaba convirtiéndose en una
secta llena de imbéciles que siguen a las élites y listillos que conforman estas
élites y que manipulan a las masas para satisfacer exclusivamente sus intereses
personales.

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