viernes, 15 de junio de 2012

Justicia.


La justicia, la libertad, el amor, la igualdad... ¿qué son esas cosas? ¿Cómo las podríamos definir sin caer en la indefinición? Desde luego no sabría definir ninguna de esas cosas, ni siquiera los expertos juristas saben bien qué es la justicia. Aunque todos, los legos incluidos, parecemos tener una intuición que nos dice cuándo algo es justo y cuándo no lo es. 


Habitualmente se nos pinta a la justicia con los ojos vendados, pues no hace deferencia entre nadie, ante la justicia todos somos iguales, igual que ante la muerte, esa muerte igualadora que Jorge Manrique supo plasmar metafóricamente en las coplas a la muerte de su padre. en una mano la espada, para ejecutar los castigos, en otra la balanza, para decidir entre la inocencia y la culpabilidad. Un trabajo difícil el de la justicia. Sería algo así:


Sin embargo lo más habitual es que nuestra amada justicia adquiera dos imágenes muy diferentes según quién se encuentre ante ella, parece ser que la venda que cubre sus ojos no está precisamente para que se comporte de forma imparcial, sino para que tanto la espada como la balanza puedan ser mangoneadas sin que la justicia se entere. A menudo la justicia adopta más bien esta imagen:


En españa podemos ver múltiples casos que ejemplifican esto. A continuación os ofrezco una breve selección de los más mediáticos en la historia de la democracia española:


- Carlos Fabra. Fue presidente de la diputación de Castellón (no importa por qué partido, todos son iguales). De los 5 delitos fiscales de los que se le acusa consiguió que 4 prescribieran. Sin embargo sigue imputado por diversos delitos de tráfico de influencias, por cohecho y por el delito fiscal correspondiente al ejercicio 1999. En julio de 2008, el Tribunal Supremo desestimó el recurso de casación presentado por Fabra, contra la investigación judicial. Posteriormente, en el año 2011, el mismo Tribunal Supremo hizo una revisión de las causas que habían sido desestimadas en el juicio de 2008 y se declaro incompetente para declarar prescritos los 4 delitos de los que había sido liberado Fabra. A principios de 2012 se espera que se reabran las causas a revisar, con el fin de que se depuren responsabilidades.

- Jose Luís Núñez. Ex presidente del barcelona. El día 28 de julio de 2011 fue sentenciado a 6 años de prisión, una multa de dos millones de euros por el delito de cohecho, y de otros 36.000 euros de multa por el de falsedad documental, por su implicación en el «caso Hacienda». Recurrió y está en libertad.

- Mario Conde. Le cayeron 6 años por apropación indebida (sí vamos, que se quedó con 600 millones de pesetas que domicilió en Suiza a su nombre) y luego por estafa y demás le cayeron otrso 14, estuvo 3 años en la cárcel (y apartado del resto de reclusos, privilegiado el tío...) y a los tres años, a la calle con un tercer grado.

Así podríamos seguir con una larga lista, Camps, Julián Muñóz etc. Toda esta gentuza tiene en común que en sus grandes estafas obtienen mucho dinero, y el dinero es el que hace que la justicia adopte una imagen u otra. Con dinero enlenteces el proceso de justicia hasta el colapso de la administración, con dinero si finalmente vas a la cárcel reduces tu pena y no solo eso, no vives como cualquier otro preso porque la cárcel no está hecha para los ricos. Y ésto es lo que escuece, no todos somos iguales, si vais a robar, haceros con un botín enorme y saldréis impunes. Pero si vais a mangar 20 euros a una abuelilla porque no tenéis dónde caeros muertos, más vale que corráis y no os pillen porque os meten en chirona y no en la chirona vip de la que disfrutan estos hijos de la gran puta. Me da ardor de estómago solo con pensar en estos cabrones lameculos gregarios, pardiéz. 

viernes, 8 de junio de 2012

Carné por puntos...

El carné por puntos es una putadilla, pero para según qué cosas es una buena herramienta. No lo digo por nada, no sé, es que hay tantos imprudentes en la carretera como en la paternidad/maternidad -no vaya a ser que se mosquee alguna nazi del lenguaje-. Desde que el mundo es mundo se ha dicho "estos jóvenes de hoy en día son... #INSÉRTESE AQUÍ ADJETIVO DESPECTIVO# ". Pero las cosas, así en general, no pasan porque sí, pasan por algo.

Tienes un protohumano entre tus manos, para empezar probablemente no tengas ni guarra de por qué lo has tenido. Lo has tenido porque toca, porque tu pareja quería, porque tú querías -o eso te dices a tí mismo una vez lo tienes-, porque todos tus amigos tienen hijos, porque vas a ser el raro, porque tu relación y tu trabajo ya no te llenan y necesitas algo más -un trabajo extra de por vida, por qué no, si puestos a estar locos lo hacemos bien...-. 

Comienzas con los pañales, los lloros, el carrito, la cuna, el cachibache aquel, lo otro, etc. -buen comienzo, muy representativo de lo que te espera campeón-. "Bueno es normal, cuando somos protohumanos somos más insoportables que cuando ya estamos creciditos", "qué rico es" -y esas polladas son las que nos decimos para pasar el trago-. 

Lo básico está, hay que darle de comer, tenerlo limpio, controlar que no se ponga enfermo... Crece, le hablas como si pudiera entenderte -cosa que no es posible- y eso es lo que hace posible que comience a hablar, a andar, a moverse, etc. Das el salto cuando comienza -muy nano porque tienes que currar y tu pareja también- a ir a la guarde, parbulitos, el cole...  En este punto, cuando el bicho comienza a juntarse con otros de su calaña es cuando ya la cosa comienza a demandarte más cosas. Debe aprender a respetar a los demás sin ser el gilipollas del que los demás se aprovecha, debe saber defenderse y no atacar sin motivo -que sí que sí, que el mundo es una jungla, por mucho que algunos se empeñen en pintarlo de rosa-. 

Comienza a tener responsabilidades -y a eludirlas si puede-, y es cuando tú comienzas a hacer una de dos cosas, ser la supernani esa o ser un imbécil que cree que el mundo es perfecto, que la culpa no es de tu niño -porque él también es perfecto- y que hay que ser "tolerante, moderno y chachi". O también puedes pasar como de la mierda del bicho, total a estas alturas de la historia te tiene ya hasta los huevos (y solo van 10 años más o menos).

Llega la adolescencia, ya no pintas nada, eres el malo, eres parte de un mundo que no es su grupo, sus iguales, sus compañeros. No lo entiendes, es imbécil y se comporta como tal. Bueno, en realidad lo que ocurre es que lo que antes le funcionaba -cuando era un crío- ya no le funciona, ahora las bobadas no se las ríes, es más, sancionas sus bobadas, sin embargo antes era "muy rico y muy gracioso" cuando hacía exactamente las mismas bobadas. Esto junto a que necesita ser parte del grupo, que empieza a fumar, a beber..., que le crece pelo/tetas/rabo..., vamos, que empieza a tener una necesidad que antes no tenía (y que puede cubrir de forma muy inadecuada, NO , no me refiero a la masturbación), todo esto, hace que sea un coñazo muy grave lo que un padre tiene que soportar. Pocos están a la altura y pocos son los que no acaban comportándose como imbéciles después de la adolescencia.

Y cuando pasa esa puta basura, coche, y suerte con que no sea un nini, y si lo es, es porque la has cagado pero bien, te arrepientes pero no te atreves a decirlo en voz alta, te convences de que algo bueno a aportado a tu vida, pero objetivamente son más bien pocos los momentos de alegría, no te engañes.

Al menos pediría a todo cristo que si va a tener un hijo, piense que será una persona, y que va a perder un punto cada vez que deje de intentar convertir a esa persona en una buena persona. Hostia puta, que luego nos quejamos de los gilipollas que nosotros mismos hemos creado.